*** “Me ha impactado la sincronía de los muchachos. Me dio mucho gusto ver que gente tan joven tenga ese grado de dedicación y profesionalismo que desafortunadamente, muchos de los mayores no vemos. Me encantó la expresión musical y esa algarabía al final”, Ricardo Ramírez, asistente.
Nuevo Laredo, Tamaulipas. 18 de octubre. Armados con trombones, violonchellos, tubas, fagotes, arpas, pianos, violines y muchos instrumentos más, esta noche, la Orquesta Sinfónica Infantil de México –OSIM– cautivó a los más de mil quinientos asistentes, gran parte de ellos niños, que se dieron cita en el Centro Cultural Nuevo Laredo, en la primera de tres presentaciones que la agrupación realizará en el marco del VIII Festival Internacional de Tamaulipas – FIT–.Después de un trayecto de tres horas desde la ciudad de Monterrey, el convoy de cuatro autobuses que transporta a los 153 jóvenes músicos de la OSIM llegó a esta ciudad fronteriza. Desde las 17:00 horas, estos pequeños músicos acompañados por su director artístico, Sergio Ramírez Cárdenas y los miembros del staff – técnicos, tutores y personal organizativo –, iniciaron el ensayo previo al concierto, mismo que empezó exactamente a la hora planeada, 20:30 horas.
Ni la distancia ni un evento de DJ´s que se realizaba fuera de las instalaciones del centro cultural, impidieron que gran cantidad de niños y jóvenes se acercaran al moderno auditorio que en esta ciudad tamaulipeca, se ha transformado en la principal sala de espectáculos, dejando en segundo término a los tradicionales Centro Cívico y Teatro de la Ciudad.
Considerando que este centro artístico está en una de las orillas de la ciudad, desde las seis de la tarde, el Patronato del FIT ofreció transporte gratuito desde la Plaza San Esteban Vaca Calderón, así que poco a poco, se fue incrementando el movimiento en el lobby del centro cultural. Lo mismo se observaba a visitantes haciendo fila para quedarse con el mejor lugar, que familias completas las cuales se entretenían observando las dos exposiciones montadas en el recinto: acuarelas de Julio Ortega y los lienzos de Ramón Cano, así como gran cantidad de pequeños jugando impacientes antes de entrar al concierto.
“A mí me encantan este tipo de actividades y quiero que mis hijas conozcan los eventos culturales, sólo que a veces por cuestiones económicas, no me es posible traerlas”, comentó Ángeles Leyva, mamá tamaulipeca quien acompañada de sus dos hijas de 6 y 8 años, platicaba en una de las salas de espera, contenta que esta presentación de la OSIM fuera de entrada libre.
En sus cinco años de trayectoria, Tamaulipas es el estado más visitado por la orquesta, y en cada ocasión “Nuevo Laredo nos recibe con un público cálido y sincero. Estamos emocionados de estar aquí y agradecidos con el Patronato del Festival de Tamaulipas, el Patronato de Nuevo Laredo y el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes”, señaló Sergio Ramírez Cárdenas, cuando después de haber interpretado el Huapango de José Pablo Moncayo, el público aplaudió de pie.
Esta ovación sería la primera de la noche, pues al seguir la Obertura 1812, una pieza que Chaikovski compuso para conmemorar el triunfo de los rusos sobre Napoleón, la euforia del auditorio principal fue total. “Es la primera vez que escucho a esta orquesta y sería muy bueno que viniera más seguido sobre todo aquí a Nuevo Laredo que hace falta más cultura. Se nota que sus integrantes tienen mucho profesionalismo a su corta edad. Que tienen una mentalidad de trabajo, su labor de equipo, disciplina; y eso habla muy bien de todo el grupo”, comentó Sandra Reyna, quien acompañada de sus hijos y amigos, acudió en grupo a esta presentación de la OSIM.
Ante la respuesta del público, el director artístico ofreció dos encores. El primero, Veracruz, arreglo para marimba de Zeferino Nandayapa, ejecutado con una marimba chiapaneca propiedad de la misma familia: “la primera vez que incluimos la marimba en nuestro espectáculo fue en otoño de 2004 cuando fuimos a Estados Unidos, ya que buscábamos llevar un instrumento típico y cálido; después de esas presentaciones, este instrumento ya viaja siempre con nosotros”, explicó Sergio Ramírez Cárdenas.
Para cerrar el concierto, se interpreto una “pieza que se ha vuelto emblemática en esta orquesta”, según la presentó el también Director General del Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta, institución a la cual pertenece la OSIM, la polca rusa Trisch – Trasch. Y es que en esta composición de Johan Strauss, los jóvenes utilizan sus propios instrumentos para efectuar una coreografía, que ellos mismos se han encargado de montar y mejorar con el paso del tiempo: “En el 2001 durante la 1ª Gira Nacional, íbamos en el camión. Se me ocurrió proyectar a los muchachos, un video de la Sinfónica Infantil de Venezuela. Su primera reacción fue deprimirse al ver el nivel de esta orquesta de gran tradición, sin embargo, al día siguiente, llegamos a Mazatlán y los jóvenes me sugirieron montar una coreografía para esta polca. A partir de ese momento, ellos se han encargado de ambientar las piezas”, recuerda Sergio Ramírez Cárdenas.
A las 10:00 pm entre emociones y euforia desbordada, el concierto había terminado y poco a poco el recinto de arquitectura y decoración minimalista se fue desalojando. El próximo viernes 20 de octubre, la OSIM continuará su viaje por territorio tamaulipeco presentándose en Ciudad Mier, donde por primera vez, actuará en un foro al aire libre, frente a la luz de la luna.
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