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Aníbal Soler, genio publicista al borde de la demencia vive en un caserón con su primera ex esposa, el amante de ésta, un gurú, filósofo, guía y consejero a quien apodan el Profe y otros dos amigos de la niñez que, como Aníbal, viven también a un paso del manicomio.
Augusto Prusas, dueño de la agencia en la que Aníbal trabaja, en un ejercicio que parece haberse vuelto una rutina, llega por la mañana a despertar a su brillante pero difícil creativo. El estilo de vida y la falta de seriedad en todo lo que Aníbal hace, desespera a Prusas hasta lo indecible, sin embargo lo admira intensamente y lo tolera por la facilidad que Aníbal tiene para convencer al cliente e inventar casi al vapor una exitosa campaña creativa.
Camino a una de tantas juntas de trabajo a las que Prusas casi arrastra a su genial empleado, algo insólito sucede. Aníbal ve, o imagina ver, que la bella modelo en un billboard que anuncia ropa interior para mujer, le sonríe y guiña un ojo al pasar frente a ella. “Sexy Chick” – como tú me has deseado” es el único texto que aparece sobre el anuncio espectacular. Aníbal exige al chofer que de la vuelta para admirar aquello que él considera la mejor publicidad que ha visto, pero Prusas no está con humor para soportar los caprichos de Aníbal, pues ya de por sí llevan una hora de retraso por culpa suya.
Escipión, némesis jurado de Aníbal, a quien carcome la envidia, pues se sabe tanto más inferior a nuestro héroe en todo sentido, está a punto de perder una cuenta importante al presentar una campaña publicitaria totalmente falta de ingenio. Aníbal entra al quite y salva el día, presentando una campaña alternativa que se saca de la manga con una facilidad sorprendente.
Prusas, encantado con la hábil maniobra, proclama a Aníbal su socio en la celebración anual de la compañía, acto que obviamente no es del agrado de Escipión.
Camino a casa, por la ventanilla trasera del coche de Prusas, Aníbal ve, o imagina ver a “Sexy Chick”, la mujer en el billboard, aventarle coquetamente un beso.
De ahí en adelante, la figura en el billboard se convierte en una obsesión. Escipión se enorgullece de demostrarle a Aníbal que no hay ningún mecanismo que haga mover a “Sexy Chick”, quien, a propósito, es una golfita que fungió como modelo por un tiempo para ganarse unos pesos y desapareció sin dejar rastro.
El Profe y demás locos que cohabitan con Aníbal, no encuentran nada extraño con dicho enamoramiento, pues, al fin y al cabo, se trata de un romance etéreo, el amor de un ideal, un enamoramiento con la belleza misma.
Por otro lado, la vida sentimental de Aníbal es un desastre total. A pesar de que le es atractivo a casi todas las mujeres que se cruzan en su camino, Aníbal está demasiado ocupado y demasiado herido para desear una relación con una mujer de carne y hueso. Lety, su segunda ex esposa y madre de Memito, su único hijo, es y será el gran amor en la vida de Aníbal.
Se presentan Lety y Memito y Aníbal casi enloquece de felicidad. Sin embargo sus excesos en todo lo que al niño o a ella respectan agobian a al mujer que ha venido de Monterrey a informarle de su relación con otro hombre.
Una noche, al pasar Aníbal delante del billb
oard, se encuentra a “Sexy Chick” titiritando de frío. Acto seguido, Aníbal busca por toda la ciudad hasta hallar un anafre con el cual llevar calor a su amada. Sin embargo, como era de suponerse, dicho acto de caballerosidad lleva a nuestro héroe al manicomio más cercano.Prusas lo rescata, más no sin evitar un sermón, pues lo que más desespera a Prusas es que Aníbal haya estado tan tranquilo, más que tranquilo, feliz, dentro del hospital psiquiátrico.
Aníbal responde con su típico cinismo. Al fin y al cabo, dentro de la perspectiva en que él ve el mundo y al ser humano, todos los cuerdos resultan más locos que los más locos, y la vida cotidiana es solamente una desesperación silenciosa o neurótica.
De pronto, Aníbal se horroriza. El billboard con “Sexy Chick” está siendo desmantelado por una grúa. Prusas lo tranquiliza, anunciándole que Escipión ha localizado a “Sexy Chick”.
Como era de esperarse, una broma de mal gusto. En su eterna venganza, Escipión, no puede perdonar la burla y ha adquirido una figura, tamaño natural, de cartón con la imagen de “Sexy Chick” en una fotografía idéntica a la del billboard, la cual obsequia a Aníbal, para salir riendo de la oficina donde Aníbal y “Sexy Chick” se quedan solos.
Aníbal habla con ella como si fuera real, le explica sus problemas y la necesidad que tenía de verla, así a solas, “Sexy Chick”, la figura de cartón se convierte en mujer – cariñosa, sensual, tierna.
Como tú me has deseado, - le susurra al oído.
La secretaria de Aníbal, quien ya de por sí tenía sus muy graves dudas en lo que respecta a la salud mental de su jefe, lo sorprende en una situación bastante comprometedora, ¡con una figura de cartón!.
Lety lo cita. Está en México y desea hablar con él. Aníbal acude, dejando todo lo demás a un lado. Más la noticia no es grata. Memito no ha viajado con ella, pues Lety tiene algo muy serio que comunicarle, y prefiere que el niño no este presente. Se piensa volver a casar. Además le pide a Aníbal que deje de ver a Memito por un tiempo para que este crezca en un mundo normal.La noticia es devastadora. Tan así que parece aislar a Aníbal totalmente del mundo externo. Camina sin rumbo hasta hallar su oficina.
Se encierra con “Sexy Chick” que lo consuela con su amor, pues ella si lo comprende, totalmente, absolutamente, apasionadamente.
Como tú me has deseado. Como tú me has deseado, - repite constantemente.
Pero el placer del amor es una vez más interrumpido por Prusas y varios de los clientes que repentinamente entran a la oficina.
Aníbal huye. Escipión sonríe; ha triunfado.
Aníbal cargando lo que para todos los demás es una figura de cartón, monta a “Sexy Chick” sobre una bicicleta y pedalea hasta perderse en un mundo ideal, para vivir con “Sexy Chick” para siempre en perfecto idilio.
Estreno 12 de mayo en la republica mexicana.
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