
Joey se ha recuperado de una fuerte dosis de tranquilizantes, su acercamiento a la muerte le hizo tener visiones con espĂritus que la acompañaban durante los momentos más aterradores, sin embargo, a Joey se le ha brindado una segunda oportunidad, ha prometido no volver a la autodestrucciĂłn y mucho menos con Sam, su ex-amante.
No obstante todo cambia cuando Joey se entera que está embarazada de Sam, y aunque Ă©ste se ha dedicado a evadir la noticia, Joey decide tener a su hijo pese a su extraña vida compartida con muertos que aparecen dĂa y noche en su existencia.
La revelaciĂłn de este don le sobreviene de manera terrorĂfica cuando Joey hace una visita al hospital y queda atrapada en el ascensor junto a una mujer que está de parto: Joey presencia el parto más escalofriante que jamás haya visto, el de un fantasma…
Joey pide desesperadamente ayuda a un monje budista que le revela una verdad escalofriante: junto a cada mujer embarazada se encuentra un espĂritu esperando a la prĂłxima vida. Lo que Joey habĂa presenciado era en realidad un intento fallido de reencarnaciĂłn en el que el parto del mortinato fue sĂłlo una trágica coincidencia. El monje le explica además que la capacidad de ver a los muertos es en realidad una habilidad innata, aunque degenerada, del ser humano.
Por: Fernando Galicia Luna/gras34
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