Radio LOS TRES ENTIERROS DE MELQUIADES ESTRADA
(The Three Burials of Melquiades Estrada)
(The Three Burials of Melquiades Estrada)
Por: Rosa María Guerrero L.
Se llevó a cabo la presentación de la película “Los tres entierros de Melquíades Estrada”.
Es una "película muy política", que denuncia el drama que viven los mexicanos que emigran clandestinamente a Estados Unidos, pero que muestra también "el puente que existe entre los dos pueblos, que se necesitan el uno al otro".
Parte del filme está basado en un hecho verídico: un muchacho cuidaba las cabras de su padre a la orilla del río, y debido a su aburrimiento y estupidez, tres marines lo mataron a tiros. Los culpables fueron sacados de ahí y no fueron sancionados. Muchos de los que vivimos en esa región nos sentimos ofendidos.
Melquíades Estrada es un trabajador clandestino abatido accidentalmente por el patrullero fronterizo Mike Norton. Luego de que las autoridades texanas deciden proteger al responsable del crimen por ser la víctima tan sólo un mexicano, el vaquero Pete Perkins (el propio Lee Jones), patrón del migrante muerto, decide hacerle justicia al empleado y amigo, desenterrar su cadáver y obligar a Norton a acompañarlo hasta territorio mexicano para cumplir la última voluntad del fallecido.
Melquíades es un símbolo, pero hay miles de hechos reales como ése. Casos de mexicanos que han sido asesinados, por error, por racismo, por prejuicios: la muerte de un hombre que fue asesinado por error, como Melquíades. La cuestión es por qué son asesinados tantos mexicanos. ¿Es porque hay una política que empuja a eso? Los inmigrantes sólo buscan trabajo, no hay terroristas infiltrados, no son en absoluto una amenaza.
En tres movimientos narrativos entrelazados, Arriaga refiere el itinerario de una expiación moral, la del involuntario homicida, atónito siempre de que la voluntad y muerte de un trabajador clandestino puedan valer tanto, y el cumplimiento silencioso de una promesa, la del amigo cómplice, ángel exterminador, empeñado en impedir que el crimen permanezca impune e ignorada la voluntad de Melquíades.
El guión combina la austeridad de su propósito moral y su denuncia con escenas de una comicidad insospechada, lo que impide que la cinta naufrague en la solemnidad y en una rutinaria galería de héroes y villanos. Un buen debut fílmico de Lee Jones, paradójicamente eclipsado por su propia actuación, y la confirmación de un notable talento narrativo.
El filme es exhibido en salas cinematográficas de la capital. Consulte cartelera.
Parte del filme está basado en un hecho verídico: un muchacho cuidaba las cabras de su padre a la orilla del río, y debido a su aburrimiento y estupidez, tres marines lo mataron a tiros. Los culpables fueron sacados de ahí y no fueron sancionados. Muchos de los que vivimos en esa región nos sentimos ofendidos.
Melquíades Estrada es un trabajador clandestino abatido accidentalmente por el patrullero fronterizo Mike Norton. Luego de que las autoridades texanas deciden proteger al responsable del crimen por ser la víctima tan sólo un mexicano, el vaquero Pete Perkins (el propio Lee Jones), patrón del migrante muerto, decide hacerle justicia al empleado y amigo, desenterrar su cadáver y obligar a Norton a acompañarlo hasta territorio mexicano para cumplir la última voluntad del fallecido.
Melquíades es un símbolo, pero hay miles de hechos reales como ése. Casos de mexicanos que han sido asesinados, por error, por racismo, por prejuicios: la muerte de un hombre que fue asesinado por error, como Melquíades. La cuestión es por qué son asesinados tantos mexicanos. ¿Es porque hay una política que empuja a eso? Los inmigrantes sólo buscan trabajo, no hay terroristas infiltrados, no son en absoluto una amenaza.
En tres movimientos narrativos entrelazados, Arriaga refiere el itinerario de una expiación moral, la del involuntario homicida, atónito siempre de que la voluntad y muerte de un trabajador clandestino puedan valer tanto, y el cumplimiento silencioso de una promesa, la del amigo cómplice, ángel exterminador, empeñado en impedir que el crimen permanezca impune e ignorada la voluntad de Melquíades.
El guión combina la austeridad de su propósito moral y su denuncia con escenas de una comicidad insospechada, lo que impide que la cinta naufrague en la solemnidad y en una rutinaria galería de héroes y villanos. Un buen debut fílmico de Lee Jones, paradójicamente eclipsado por su propia actuación, y la confirmación de un notable talento narrativo.
El filme es exhibido en salas cinematográficas de la capital. Consulte cartelera.
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