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Logremos la salud y bienestar hasta el último suspiro de vida: el Internet y otras tecnologías Conferencia Magistral del Dr. Alejandro Jadad Bachara


Primera parte


Por Héctor Medina Varalta

 

Guadalajara, Jalisco 26 de febrero  de 2015. El Dr. Alejandro Jadad Bachara (Alex Jadad), es un respetable médico anestesiólogo colombiano residente en Toronto, Canadá y dedicado a la educación, investigación y servicio social cuya misión está en ayudar a mejorar la salud y bienestar para todos a través de las tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s). Se le ha llamado el “Hombre Internet” por sus investigaciones e innovaciones que buscan identificar y conectar a las mejores mentes, el mejor conocimiento y las mejores herramientas más allá de las fronteras convencionales para eliminar el sufrimiento innecesario. Dicho trabajo se enfoca en el modelo radical de innovación llamado “glocal” que promueve la capacidad del humano de imaginar, crear y promover un nuevo y mejor abordaje de vivir, de salud, del trabajo y del aprendizaje alrededor de todo el mundo. Empoderado por una red social y otros recursos de telecomunicación de frontera, sus proyectos intentan anticiparse y responder a las amenazas más importantes para la salud pública: pandemias, enfermedades crónicas múltiples, etcétera, todo ello a través de una fuerte colaboración internacional sustentable para capacitar al público-principalmente a los jóvenes-de remodelar el sistema de salud y en su conjunto a la sociedad mejor posible.

Por esta razón, se le invitó a participar en el marco del XVIII Congreso Internacional Avances en Medicina, Hospital Civil de Guadalajara con su Conferencia Magistral “Logremos la salud y bienestar hasta el último suspiro de vida: el Internet y otras tecnologías”. Al siguiente díade la Conferencia Magistral se invitó a los medios de comunicación a una rueda de prensa para que formularan sus preguntas. El Dr. Jadad estuvo acompañado por las autoridades hospitalarias encabezadas por el Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, Director General del Hospital Civil de Guadalajara, el Dr. Benjamín Becerra Rodríguez, Director del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde y el Dr. Francisco Preciado Figueroa, Director del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I. Menchaca.

Palabras de bienvenida

El Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, agradeció las gentilezas al Dr. Alejandro Jadad por la maravillosa conferencia Magistral que se llevó a cabo el día anterior, estos conceptos tan profundos que nos llevan a múltiples reflexiones, como seres humanos, como profesionales de la salud, aunque ahora lo voy a pensar dos veces cuando así lo afirmamos, y posiblemente hemos dedicado mucho de nuestra vida para atender enfermedades; por eso decía el Dr. Jadad, que nos preguntemos si somos más bien profesionales de la enfermedad. Espero que todos estos conceptos nos lleven más a ser promotores de la salud y entonces podamos ostentar bien el título de profesionales de la salud; y más reflexiones institucionales, que me parece que de hoy en adelante tenemos que considerar fuertemente, y en aras y afanes de colaborar con algunos de los proyectos que el Dr. Alejandro Jadad y su grupo de trabajo están llevando a cabo a nivel mundial, precisamente para la fuerte promoción de la salud y para que particularmente tengamos un mapa de las acciones en pro de una mejor salud en el mundo, particularmente adoptando este nuevo concepto que ellos proponen para definir salud.

Sentido de coherencia

Tradicionalmente, nos hemos enfocado en lo negativo, en la enfermedad, en los diagnósticos y cómo vencer el sufrimiento y la muerte a toda costa. De alguna forma se nos olvidó la salud,porque suponemos que la enfermedad es incompatible con la salud, si no ha sido diagnosticado con la enfermedad, ya eso le elimina la posibilidad de estar sano hasta cuando la enfermedad desaparezca. Eso es lo que tradicionalmente hemos aceptado Cuando empezamos a ligar los datos de estas encuestas de calidad de vida que existen por miles, miles de encuestas, nos dimos cuenta que no le habíamos prestado atención a esa preguntita que comienza toda esa escala de vida que dice en general como está tu salud: mala, regular, buena, muy buena o excelente; cuando negamos los datos se espera poblaciones de personas con diabetes, enfermedades neurodegenerativas, con cáncer terminal, con prácticamente todas las enfermedades. Nos dimos cuenta de que la mayoría de las personas decía que su salud era buena, muy buena o excelente y empezaron a preguntarnos por qué estaban enfermas, esto nos sorprendió tanto como me siento en este momento. Esto nos llevó al trabajo del sociólogoAaron Antonovsky quien descubrió que 40 por ciento de los sobrevivientes del Holocausto se consideraron saludables a pesar de los horrores que habían vivido. Y este hombre desarrolló algo que se llama el “sentido de coherencia”; esta es la palabra clave para mi respuesta. Este hombre empezó a estudiar a estas personas que no tenían alguna razón para decir que estaban saludables, al contrario, sus vidas habían sido destrozadas: habían sido violadas, torturadas, les habían matado a su familia y se dio cuente quehabían tres elementos importantísimos. Elprimero que llamaríamos Resiliencia, que tal vez tiene un componente genético social familiar: es la capacidad de recuperase cuando uno tiene un choque físico, mental o social y recuperarse como si fuera un resorte de acero. Las personas más resilintes vuelven a su estado basal, el otro tiene que ver con lo que espera de la vida. Tengo 50 y tantos años de edad y tengo un dolor en mi hombro, esto lo considero porque tengo 52 años. No hay que renegar, tengo esa edad y si me da cáncer, he vivido más de la mitad de mi vida, fue lo que me tocó, pues de algo me voy a morir.

Pandemia de salud  

Por otra parte, hay un tercer componente que es mi percepción sobre mi capacidad para gestionar eso y no dejar que un diagnóstico, un rótulo, unos síntomas eliminen la posibilidad de estar saludable. Aquí el sistema de salud juega un papel muy importante: una cosa es el sufrimiento y otra el diagnóstico asociado con la enfermedades múltiples, que en la actualidad son los padecimientos más prevalentes. En la actualidad, es muy raro encontrar a alguien con una enfermedad crónica: la enfermedad crónica más prevalente son las enfermedades crónicas múltiples. Entonces, si yo tengo un síntoma que me está evitando tener una buena salud, el sistema tiene la obligación de ayudarme a aliviarlo; si tengo una enfermedad que es curable, la obligación del sistema es ofrecerme la cura gratuitamente; si mi enfermedad es incurable la responsabilidad del sistema [cuando habla del sistema, no sólo se refiere al hospital y profesionales de la salud, sino la familia, el vecindario, la compañera, el compañero de trabajo, compañeros y compañeras de estudio] es apoyarme que el impacto físico, mental osocial de esa entidad o de esas cosas que se diagnostican, no destruyan la posibilidad de sentirme  bien. Esto es algo relativamente reciente, para resumir, parece indicar lo que empezamos a descubrir, que la enfermedad y la salud no son compatibles, segundo, que todas las personas tienen la posibilidad de ser saludables porque lo he visto en todas las enfermedades posibles, y que existe una posibilidad tremenda para esas personas que tienen enfermedades de cualquier tipo se sientan saludables; y que nuestra responsabilidad conjunta, lograr que eso pase, es lo que llamamos la pandemia de salud: queremos desencadenar, nutrir y desarrollar juntos una pandemia de salud. Mi invitación es a que nos unamos a convertir la salud en algo pandémico.

La salud es un acto de amor

La salud es más pandémico que el ébola; no hay ningún caso de ébola en México, pero el 73 por ciento de la población se considera saludable, ¿qué pasa con el 37 por ciento restante? Y por qué las mujeres mexicanas se sienten menossaludables que los hombres, cuando en Canadá es todo lo contrario; y por qué el 90 por ciento de las personas con artritis se sienten saludables yel 10 por ciento no?  Por otra parte, el Dr. Jadadconsidera que las personas religiosas quepiensan que una enfermedad o un sufrimiento es mandado por Dios, pueden ser saludables en la presencia del sufrimiento porque lo trascienden como lo hizo Jesucristo; esas personas, tal vez están siguiendo el ejemplo de Jesucristo que utilizando el poder del amor, trascendió el sufrimiento terrenal y corporal para darnos un ejemplo. No quiere decir que estas personas estén enfermas; tienen su forma de lograr salud a través de la trascendencia del sufrimiento apoyada por una creencia en la que están siguiendo el ejemplo de Jesús. Lo dijo Friedrich Nietzsche que sufrió mucho: ciego y sifilítico, introdujo un término que es amor fati [el sufrimiento y la pérdida, como positivo].Nietzsche nos invitó a amar lo que suceda, independientemente de cómo lo percibamos y, en ese sentido, el sistema de enfermedad, si se transforma en un sistema de salud nos puede permitir eliminar al máximo el sufrimiento y permitirnos amar lo que suceda, pero esto requiere un esfuerzo conjunto; la salud, en parte depende de ti, de mi, de tu familia, de tu vecindario y de tus compañeros de trabajo. Esa capacidad de abanarnos y de gestionar nuestras vidas como individuos o como miembros de una comunidad cuando nos enfrentemos con desafío físico y mental. Por ejemplo, si alguien es miope y usa gafas, pero ahora con el apoyo del sistema; el abordaje tradicional de la medicina es declarar a esa persona enferma por el resto de sus días, pues tiene un problema visual, pero ahora su salud es excelente.

 

Asimismo, Jadad Bachara mencionó que la humildad es muy importante y necesitamos humildad y generosidad sin precedente, necesitamos también amor del público, que entiendan en que los días en los que podíamos curar la mayoría de las cosas se fueron. Nosotros podemos curar la mayor causa de mortalidad humana hasta principios del siglo XX que fueron las infecciones, éstas fueron las principales causas de mortalidad humana hasta que apareció la penicilina. Por lo tanto, cuando encontramos la cura de las infecciones, estas personas que se llaman médicos se volvieron semidioses y teníamos el poder sobre el bien y el mal y de la muerte, y con una prescripción te salvaban. Y como pudimos conquistar los humanos la principal causa de mortalidad, nos parecía increíble: la tuberculosis, la sífilis. Entonces pensamos que podíamos hacer lo mismo con las otras causas de mortalidad. Esto nos llevó a la guerra contra el cáncer, la guerra contra la demencia, la guerra contra todas las enfermedades, alimentada por esas esperanzas que nos dio en su momento los antibióticos. Por esto, necesitamos un acto de amor, de comprensión y de simpatía; y de empatía y de humildad para entender que somos humanos y nos vamos a morir de algo y que el precio que estamos pagando por la extensión de la expectativa de vida. A principio de 1900 teníamos menos de 40 años de expectativa de vida, la expectativa en México en la actualidad es cerca de 80 años. En Canadá ya pasamos la expectativa de vida de 80. Esto no tiene precedente en la historia de la especie humana, la cual nos estamos enfrentando continuamente en un terreno sin mapa; las herramientas con las que contamos son del siglo XX, herramientas de sistemas y progresos que se diseñaron cuando logramos vencer las infecciones y tratamos de hacer lo mismo con las otras, no entendiendo que son mucho más complejas. Entonces, necesitamos mucho más comprensión del público que no digan que hay una conspiración con las compañías farmacéuticas: “De seguro el tratamiento-dicen algunas personas- del cáncer ya lo descubrieron, lo están escondiendo y nos quieren joder. Por lo tanto, trabajemos junt@spara utilizar los recursos limitados que tenemos para logara la mejor calidad de vida posible con el apoyo mutuo, no soltarle la pelota al sistema, ya que es responsable de todos.

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