Segunda parte
Por Héctor Medina Varalta
Me iré sin ninguna gota de sangre en las manos y sin un peso mal ganado en mi bolsillo; me iré con una alegría de verdadera aleluya, la que deja el hombre de Estado que preparó un ambiente de paz y de tranquilidad,
para que el gobernador que venga ya no pueda hacer otra cosa que seguir un camino de paz y de justicia.
Discurso del 15 de enero de 1945,
Tenango del Valle.
El maestro Joaquín Díez Canedo continuó con su ponencia: es importante mencionar que es una empresa colectiva porque la figura de don Isidro es muy apreciada y bastante estudiada; el plan de este libro, el doctor Vargas tenía la idea de lo polifacético que era don Isidro Fabela. Por su parte, don Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública quiso recoger algunos testimonios, pero también don Alfonso Sánchez Arteche [poeta, cuentista, narrador, ensayista e historiador mexicano. Con más de veinte obras publicadas hasta la fecha, es considerado uno de los escritores mexiquenses contemporáneos más importantes. Actualmente labora en las instalaciones del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal como miembro ex-oficio] que lo conoce muy bien hizo una serie de sugerencias de quien podría hacer otros textos, pero además está la Lic. Lucía Sáenz de Baranda, Directora de la Casa-Museo Isidro Fabela que alberga todo este patrimonio importantísimo de obras plásticas, biblioteca, del archivo documental de don Isidro, que además lo tiene muy bien ordenado, quien lo desee pueden entrar a la página web: , https://es-la.facebook.com/casadelrisco encontrarán ahí el archivo iconográfico que se puede buscar por años o por temas y por sus fotografías públicas, con su familia, hasta sus cartas personales, pasaportes, las plumas que usó. La Lic. Sáenz es una gran conocedora junto a su equipo. Es un gran libro que nos permite casi tener un contacto con él. Quisiera nada más dar crédito al índicepara que se advierta del conjunto de personas que participaron en este proyecto para darle mayor entidad, mayor sustancia; el libro lo presenta el señor Presidente Enrique Peña Nieto, el prólogo lo escribió don Emilio ChuayffetChemor.
Biblioteca Mexicana del Conocimiento
En el capítulo “Un hombre polifacético”, encontramos “Su Almario”-un ensayo- de la reunión de su parte más íntima de la personalidad de una persona. Además, fue un miembro fundamental del Gabinete de don Venustiano Carranza; fue un cuadro del ejército constitucionalista, obviamente se encargó de las Relaciones Internacionales, fue un hombre precoz, muy ilustrado, él se encargó de negociar la salida de las tropas norteamericanas en Veracruz en 1914. Por otra parte, Italia representante en la Sociedad de Naciones, además, una de las cosas que hizo fue recibir a los primeros refugiados españoles en 1939 en la frontera de Francia; y dos cosas muy importantes que hizo: defender la posición de México en la Segunda Guerra Mundial, en primer término, en favor de la República Española y en segundo término, estuvo en contra la invasión de Etiopía en la Italia de Mussolini; dos cosas que tuvieron que ver con la Segunda Guerra Mundial: la declaratoria de eventualidad, particularmente de Inglaterra y de Francia porque le daban armas a Hitler para intervenir para intervenir en la Guerra Civil Española y, por último, para la división de Austria por parte de Alemania. Ahí centró las posiciones que México mantuvo con muchísima firmeza por lo menos a fines del siglo XX. Después vienen los testimonios que son de Carlos González Peña. Es un comienzo fuerte e importante que me parece que da una expresión de la posibilidad de la expresión de esta intención de hacer un Programa del Gobierno de la República que se va a completar con la Biblioteca Mexicana del Conocimiento, que quiere decir que todos estos libros son ediciones que van a terminar en las bibliotecas públicaspara que se beneficien la mayor cantidad de mexicanos posibles.
Por su parte, Alfonso Sánchez Arteche comentó que, la vida de un hombre, el símbolo de un proyecto; hay voces que el silencio no consume; hay palabras que no caen en el olvido; hay letras que no se borran con el tiempo. La voz de Isidro Fabela perdura porque se hizo escuchar en los momentos cruciales para definir el rumbo de México y el curso de la civilización. Las palabras de Isidro Fabela merecen ser recordadas porque se fundan en los valores indeclinables de nuestra cultura grecolatinos, que son la verdad, la justicia, el bien y la belleza. Las letras de Isidro Fabela no pierden actualidad porque lograron expresar oportuna, certera y racionalmente un modo de comprensión de la realidad en circunstancias grises. Como bien a expresado el Secretario de Educación Pública, don EmilioChuayffet Chemor en su prólogo al libro Isidro Fabela A 50 años de su fallecimiento: no sólo fue un mexiquense ilustre, sino un mexicano universal; mexiquense ilustre porque con su existencia y su obra ilustra lo que la gratitud de un hombre puede generar en beneficio de la tierra que lo vio nacer. Su solar, la que devolvió en escuelas, hospitales, caminos, fomento al campo, el comercio, la industria, centros culturales y rediseño del marco jurídico; todo aquello que en su ambiente rural aprendió: amor a la naturaleza, a la vida y al ser humano. Fue precisamente un discípulo suyo, el editor Mario Colín, quien acuñó el término mexiquense para dotar de gentilicio a los oriundos o radicados en esa entidad y fue un descendiente colateral suyo, Alfredo del Mazo González quien difundió el término para fortalecer el sentido de inequidad estatal. Actualmente, ya es de uso común, apenas hace 33 años se empezó a usar, desde la campaña del Lic. Del Mazo González. Lo universal en Fabela, se funda, desde luego, en su profundo conocimiento del desarrollo históricode la relación desigual entre México y las naciones hispanoamericanas con Estados Unidos.
Se presentó en la FIL
En el análisis del contexto en el que se produjeron las dos Guerras Mundiales, particularmente la segunda de la que fue testigo y actor destacado en el terreno diplomático. Además de estudioso de sus consecuencias para perfeccionar la doctrina Carranza y delinear los principios de no intervención y autodeterminación de las naciones, base de la política exterior de México en su época de mayor influencia y prestigio en el ámbito planetario, pero también hay universalismo en la diversidad de haceres y quehaceres en que ocupó sus días este hombre polifacético, al que está dedicado, el vistoso, atractivo y aleccionador volumen que hoy se presenta en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y con el actual Gobierno de la República inició su Programa Editorial, dentro de la Biblioteca Mexicana del Conocimiento; en su interior dialogan textos e imágenes para mostrar una trayectoria de vida que se desplegó a lo largo de 82 años, y hacerlo de la manera más completa posible, ya que abarcarla en su totalidad, sería una tarea titánica y merecedora no de uno, sino de muchos tomos más de lo que reúnen lo escrito y publicado por este gran maestro de las letras, pensamiento, sensibilidad y la acción. Este libro contienen artículos periodísticos de Fabela fraguados en el fuego emotivo de las vivencias y al calor de la vieja amistad por sus contemporáneos: don Joaquín, Carlos González Peña, Miguel AlecioRobles, Salvador Novo y Emilio A. Gómez, lo mismo que miradas incisivas y reveladoras desde la perspectiva del presente, enfoca las facetas más notables de la personalidad y la presencia pública del ser humano y sus contribuciones a la historia de nuestro país: Fernando Serrano Villalón, Modesto Seara Vázquez, Omar Martínez Legorreta y un servidor, compartimos el alto privilegio y la delicada responsabilidad de elaborar sendas colaboraciones en esta obra que rememora y conmemora la trascendencia de Isidro Fabela Alfaro.
El hombre misterioso
Después de delinear sabiamente y con conocimiento de causa su faceta pública, Serrano Migallón propone, que la mejor forma de honrar y agradecer a un hombre, es fomentando lo que él nos legó: un amor irrestricto a esa misteriosa pero solidaria patria; actuar para que nuestras máximas se conviertan en ley universal acorde con sus necesidades y, sobre todo, amar a cada mexicano, especialmente a los que no conocemos: un desinterés absoluto, sin esperar nada a cambio. En el inicio de su exposición de su faceta como jurista, Modesto Seara Vázquez, ejemplifica con algunas anécdotas la tolerancia a todas las corrientes ideológicas, actitud que practicó y supo transmitir en caballeroso personaje. La noche de sus funerales, llegó el entonces mandatario Adolfo López Mateos, quien por cierto había votado por Isidro Fabela en las elecciones de 1958, y el ya presidente electo Gustavo Díaz Ordaz; la salida de ambos coincidió con la llegada del pintor David Alfaro Siqueiros, quien haciendo a un lado el rencor a quienes habían ordenado su encarcelamiento los abrazó calurosamente. Más tarde, cuando los familiares del prócer se encontraban en la capilla ardiente, apareció un hombre que silenciosamente lo veló hasta el amanecer, se trataba de Lázaro Cárdenas quien apoyó la firme posición de Fabela frente al imperialismo norteamericano y el eje nazifacista de la Sociedad de las Naciones, gracias a lo cual considera, gracias a lo cual considera Seara Vázquez en los últimos años de los 30 México empezó a ser escuchado con gran respeto. A diferencia del escritor Jiménez de Báez, en su afán de legitimar la veracidad de su discurso, acude a la incorporación de diversos tipos de documentos y escrituras de los que predominan sus propios textos políticos o conmemorativos, relatos testimoniales, mensajes, siluetas de hombres destacados, fragmentos de corridos, etcétera; lo solemne y lo cotidiano; lo culto y lo popular; lo histórico y lo anecdótico se amalgaman y muestran un amplio mural del hombre y sus relaciones desde la óptica de don Isidro Fabela, hombre de paz, hombre de palabra.
Agradecimientos
Por su parte, Omar Martínez Legorreta al destacar su legado como diplomático, puntualiza: “aunque no existe una doctrina Fabela, su impecable actuación como integrante del servicio exterior mexicano lo ha hecho acreedor al recordatorio perenne de sus recomendaciones sobre la preparación de los futuros agentes diplomáticos de nuestra nación, entre las cuales se encuentra la sugerencia de la mayor intransigencia en el caso de que se deban defender los principios, que son sustento de la política exterior mexicana, al tiempo que se reconoce y se respeta la soberanía irrenunciable de los derechos de las otras naciones y se busca la conciliación de intereses cuando sea posible.”Todos estos principios son un homenaje a su memoria. Por otra parte, no me detendré mucho en reseñar el contenido de mi artículo acerca de “Su Armario”. Un retrato moral de Isidro Fabela a partir de un término que utilizaba con frecuenciaen sus escritos y de cual parte una exploracióndel mueble intangible que solía guardar las prendas en lo que él consideraba facultades innatas del alma, es decir, pensamientos, sentimientos y voluntad, atributos que debería desarrollar de manera armónica un hombre culto.Él es la mejor prueba de la posibilidad de lograrlo, pues encarnó este ideal y lo hizo en grado eminente. Debo destacar, por último, el trabajo de diseño editorial realizado por MaresaOskam-Roux; el de corrección de estilo a Blanca Leonor Ocampo Bobadilla con sus respectivos equipos; la excelente investigación histórica-documental-iconográfica de Marina Hernández Aguilar, que se despliega a lo, largo de todo el libro que articula los hechos de esa existenciaejemplar en la cronología ilustrada: “Una vida, una historia”, que cierra el volumen; bajo la coordinación de nuestros queridos amigos Lucía Sáenz Viesca, Directora del Centro Cultural Isidro Fabela, entre otras grandes personalidades que hicieron posible la edición de este libro-concluyó.
Vale la pena atesorar una reflexión de este gran hombre: “Me voy físicamente, pero no espiritualmente, porque les dejaré a ustedes mi corazón entero, les dejaré a ustedes mi cariño, y les dejaré a ustedes mi esperanza, la esperanza que quedó en el peldaño que yo puse en una escalera de ascenso”.
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