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Rosa Barocio, presentó Disciplina con amor para abuelos Cómo no meterse en lo que sí te importa


Por Héctor Medina Varalta

 

Este niño acaba de llegar a nuestra vida y ya la iluminó con su mirada.

Yo lo tomo en mis brazos, y es como si tomara en ellos mi propio corazón.

Armando Fuentes Aguirre, Catón

 


Guadalajara, Jalisco,  diciembre de 2014. Como cada año, Rosa Barocio estuvo en la Feria Internacional del Libro (FIL) para firmar sus más recientes obras. Este año presentó en el stand de la Editorial PAX. El libro surgió porque algunos padres de familia le sugirieron que escribiera algo al respecto, al igual que algunos abuelos, por ejemplo, le decían: “Fíjate que ahora estoy cuidando a mis nietos de tiempo completo, y no sé qué hacer”. Por esta razón, Barocio se dedicó a visitar varias librerías y se dio cuenta, que realmente no hay mucho material para abuelos. “Considero-añade la escritora-que es un tema importante cómo mejorar esa relación, cómo mantener una relación amorosa de los abuelos con los padres en beneficio de los nietos, pues si hay una relación amorosa entre abuelos y padres, el que sale ganando es el nieto; cómo podemos ayudar para que sea una relación en donde exista una comunicación abierta, donde puedan hablar, exista ese diálogo, porque es normal que existan fricciones, pues existen en todas las relaciones, siempre hay un momento donde algo que los abuelos dicen les molestan a los padres y algo que ellos dijeron los abuelos lo malinterpretaron, pero cuando hay conversación, cuando hay diálogo, esas asperezas se van limando. Uno de los problemas más graves que se viven de abuelos con los hijos y los nietos, es que a veces los abuelos, piensan que lo saben todo y se meten en lo que no les importa, se convierten en abuelos metiches y nadie quiere a un metiche. Es decir, si alguien se comporta así, los hijos no van a querer ver o evitan al abuelo metiche. Entonces, que importante es tener esa prudencia, esa delicadeza de cuidar y respetar que ahora les toca a los hijos educar, que ellos son los padres, nosotros los abuelos; no es el mismo papel, no es el mismo lugar, aunque en el libro sí hago la diferencia del abuelo de a ratitos yel abuelo de tiempo completoel abuelo de ratitos es alguien que los ve por algunas horas o el fin de semana, pero es distinto cuando está a cargo de los nietos porque la madre y el padre trabajan y los abuelos tienen que apoyarlos, a la mejor es la madre soltera que si no le ayuda la abuela la situación se pone muy difícil.

No meterse en lo que sí te importa

Cuando la abuela lo es de tiempo completo, hay que decir que le toca educar, ya no es consentir, es educar, porque de alguna manera está ocupando el lugar del padre. Por lo tanto, es muy importante que tenga presente que, es lo mejor para esos nietos, decidir desde el bienestar del nieto y no de su comodidad, por ejemplo, una madre se enoja porque la abuela les compra todo a los nietos y ya le dijo0 que no les compre tanto pero no le hace caso. Entonces, cuando la madre quiere ponerles un límite a sus hijos y les dice:Ese iPad no te lo voy a comprar, no estás cumpliendo tus tareas, no estás siendo responsable. De qué sirve, a la semana siguiente la abuela ya le compró el iPad. Entonces, cuando los abuelos sabotean la autoridad de los padres están haciendo un gran daño a los nietos, a la relación con los hijos, ya que están haciendo algo indebido; y cuando es al contrario, cuando los padres no les dan autoridad a los abuelos, no les están dando su lugar y entonces los nietos les faltan al respeto. Ahí también es muy importante, es cómo establecer límites sanos, es decir, cómo me tengo que dar a respetar y cómo te tengo que respetar a ti. El abuelo se tiene que dar a respetar, es decir, el abuelo tiene que decir de una manera muy clara si los nietos le están faltando al respeto, no lo puede permitir y tienen que decir: ¡No!, discúlpame, no permito que me hables de esa manera, si los padres no están de acuerdo, en que el abuelo ponga ese límite con el nieto, el abuelo tiene que decir que así no los puede apoyar, ni los puedo cuidar, si tú permites que ellos me respeten. El abuelo tiene la obligación de poner límites claros para ser respetado. Por otra parte, en casa de los abuelos quienes mandan son los abuelos, ahí sí pueden poner los límites y las reglas de su casa. El abuelo o la abuela les pueden decir a los nietos que no se pueden subir al sofá con zapatos, pues los abuelos mandan en su casa. Cuando el abuelo va a casa de los padres y de los nietos, él se tiene que adaptar a las reglas de sus hijos, siempre y cuando no le falten a él el respeto. Ahí los nietos pueden subirse al sofá, que dejen comida en la sala, que estén corriendo; ese es asunto de los padres. Entonces, ahí está el no meterte en lo que sí te importa: tiene que haber el respeto, que es la casa de los hijos y los abuelos tienen que respetarla aunque no estén de acuerdo. Cuantas situaciones se dan entre padres, abuelos y nietos.

Amor incondicional

Barocio asegura, que ser abuelos es una segunda oportunidad para amar con amor más maduro, más generoso, pero también debe de ser un amor responsable, siempre, tomando en cuenta que es para el mejor y mayor bien para el nieto, no desde mi comodidad, no desde mis cosas egoístas, ese es el amor responsable. Por lo general, siempre se dice que él o la abuela siempre están para consentir, pero hay consentimiento sano y consentimiento que echa a perder. El consentimiento sano es cuando uno está con el nieto y lo disfruta, nos divertimos con él, nos da gusto y placer verlos felices. Este es un consentimiento hermoso, sano, que realmente le comunica al nieto: “te amo y te amo gratis”,este amor no tiene condiciones porque es para ti, no es un regalo, no hay condiciones paraganártelo, es un amor que dice: te acepto como eres; para mí así está perfecto. Eso que los abuelos pueden darle al nieto es algo maravilloso; pero en cambio, cuando consentir es echar a perder, el abuelo no está pensando en el nieto, sino en sí mismo, es cuando el abuelo da a más no poder sin medir consecuencias de estar dando sin medida: cuando da contradiciendo a los padres, por ejemplo, el papá o la mamá pueden decirle a la hija: ‘no mamá, mi hijo no debe ver ese programa y el abuelo o abuela ‘le vale’. Cuando el abuelo o, abuela contradice a los padres y están dando sin medida sin pensar en las consecuencias. Cuando los abuelos no ponen límites y están siendo groseros, caprichosos e irrespetuosos, así los están echando a perder.

Por otra parte, cuando los nietos visitan a los abuelos y dicen que se duermen después de ver en la televisión el programa Infieles, una serie para adultos, los padres deben hablar muy seriamente con los padres, pues es un gran error que está cometiendo el hijo o la hija, pero los abuelos deben de pensar que sus nietos no son sus hijos. Si hay la oportunidad, hay que hablarlo con mucho cariño, de una manera muy respetuosa para que los abuelos sean escuchados, ya que si tratan de decírselo de una manera muy fuerte, lo más seguro es que no los van a escuchar. Ahí es donde se generan los conflictos, uno como abuelo puede decir que eso no está bien, pero si no quieren escuchar es muy difícil.

Qué es ser abuelo

En el libro el lector encontrará todas las herramientas: cómo poner límites de una manera sana para ambas partes; hay situaciones que nos retan, es decir, casos especiales como cuando las abuelas están en competencia una con la otra, los celos. En este libro, Barocio también habla de cómo hacer esa conexión con los nietos, la importancia de hacer esa conexión, ofrecer el amor incondicional que puede apoyarlos y sostenerlos en momentos difíciles, en momentos en que a lo mejor se sienten tristeso con ansiedad, ahí pueden entrar los abuelos y apoyarlos y ayudarlos. Barocio tuvo abuelos maravillosos, por eso es que escribió con mucho gusto este libro, porque tuvo la oportunidad y la fortuna de tener unos abuelos que la amaron incondicionalmente.

La autora escribió en su libro unas conmovedoras palabras: “Es un regalo ser abuelo, un regalo que la vida nos da cuando tenemos algo de camino recorrido. Cuando la vida nos tienta a mirar hacia atrás, aparece este pequeño, portando el devenir en su mirada. Pero al tomarlo el abuelo en sus brazos, cierra el ciclo que une el pasado con el futuro para coexistir en este eterno presente.

Con los nietos la vida nos concede una segunda oportunidad de amar con un amor más maduro, más generoso, que no espera nada a cambio. Que surge de la admiración y el asombro ante el milagro de la existencia de este pequeño ser. Un amor que reconoce lo que importa y desecha lo que sobra. Que quiere servir y complacer y que no pone condiciones. Un amor ligero, sin exigencias, que goza y disfruta dando significado a los pequeños detalles de cada encuentro. Ese amor pausado, tranquilo, paciente del abuelo que toca el amor tierno y confiado del nieto.

Cuando la sabiduría del abuelo se encuentra con la inocencia del nieto, hay un entendimiento sin palabras. Porque el amor no hace ruido. Se expresa en una mirada, una sonrisa, un abrazo, y así se toca a la felicidad. Se unen el principio y el fin, uno recién llegado del mundo espiritual, el otro acercándose a su regreso. Uno todavía con estrellas en los ojos, el otro queriendo alcanzar el firmamento.”

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