La sexualidad en el paciente con artritis reumatoide (AR), es un aspecto poco abordado por los especialistas, pero que requiere de gran atención debido a su trascendencia en todas las esferas que integran la vida de la persona, comentó el Dr. Gabriel Medrano, médico internista y reumatólogo adscrito al servicio de Reumatología del Hospital General de México.El hablar de término sexualidad resulta un poco complicado, ya que no solo se refiere al aspecto mecánico del acto sexual, sino a la relación psicológica con el sexo opuesto.
Ya sea por factores psicológicos, o mecánicos a consecuencia de la misma enfermedad, la artritis reumatoide causa graves trastornos en la sexualidad de la pareja que pocas veces son comentados al médico, debido a cuestiones culturales que minimizan el tema sexual como si no existiera, o lo consideran un tabú.
El deterioro de la vida sexual en el paciente con AR, se manifiesta por una autoestima baja que provoca que el enfermo se sienta relegado y devaluado ante su pareja y su familia ocasionando episodios de depresión severa. Este círculo vicioso difícil de romper lo aleja tanto de su pareja como de sus hijos, acentuando la soledad y desesperanza del enfermo. Ante esta problemática es urgente la necesidad de informar como médico tratante, que el paciente con artritis no debe estar limitado a tener una relación sexual, es importante hacer una evaluación por parte del psiquiatra para explicar y dar una terapia que ayude a enfrentar el duelo que implica padecer una enfermedad crónica e incurable como la AR (y que no necesariamente significa estar limitado funcionalmente). Para mejorar la vida sexual del paciente con artritis reumatoide, el especialista Gabriel Medrano, señala que es necesario en primer lugar un buen tratamiento para la enfermedad a fin de mejorar la clase funcional del paciente, concienciar al paciente y a la pareja de las características de la enfermedad y en tercer lugar, definir si la persona tiene deseos de tener una relación sexual y viceversa, en este sentido la evaluación por especialistas, ayudará a identificar el punto de ruptura en la relación de pareja para tratar de modificarla. En el caso de que el paciente se encuentre limitado por cuestiones físicas o por depresión, la AR deberá controlarse mediante terapia ocupacional y tratamiento médico que mejore la depresión y la condición física con ayuda de una adecuada terapia de rehabilitación. Como en todas las enfermedades reumáticas, el apoyo de la pareja es fundamental, ya que son enfermedades que afectan de manera variable la capacidad física del paciente, de manera leve a grave, limitando actividades de la vida cotidiana como bañarse, vestirse, o peinarse, es así, que la comprensión de su pareja servirá para que el paciente no se sienta abandonado, cumpla tratamientos médicos y realice terapias de rehabilitación. Es importante destacar que la vida sexual puede fortalecer la unión y de no tenerla puede ser un detonante en la separación de la pareja. El tratamiento del paciente con artritis debe ser integral, con la intervención del reumatólogo, el psiquiatra, el fisioterapeuta con la finalidad de mejorar su entorno y ayudarlo a ser autosuficiente, lo que le brindará una mejor calidad de vida. Los tratamientos para la artritis reumatoide son múltiples, sin embargo dentro de los terapéuticas actuales, (las terapias biológicas) una opción como Humira permite al paciente inhibir el progreso de la enfermedad, ya que actúa directamente en el origen de la AR, esto puede ofrecer un cambio en la calidad de vida, tras controlar el dolor y la inflamación, reincorporando al paciente a sus actividades cotidianas.
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Ya sea por factores psicológicos, o mecánicos a consecuencia de la misma enfermedad, la artritis reumatoide causa graves trastornos en la sexualidad de la pareja que pocas veces son comentados al médico, debido a cuestiones culturales que minimizan el tema sexual como si no existiera, o lo consideran un tabú.
El deterioro de la vida sexual en el paciente con AR, se manifiesta por una autoestima baja que provoca que el enfermo se sienta relegado y devaluado ante su pareja y su familia ocasionando episodios de depresión severa. Este círculo vicioso difícil de romper lo aleja tanto de su pareja como de sus hijos, acentuando la soledad y desesperanza del enfermo. Ante esta problemática es urgente la necesidad de informar como médico tratante, que el paciente con artritis no debe estar limitado a tener una relación sexual, es importante hacer una evaluación por parte del psiquiatra para explicar y dar una terapia que ayude a enfrentar el duelo que implica padecer una enfermedad crónica e incurable como la AR (y que no necesariamente significa estar limitado funcionalmente). Para mejorar la vida sexual del paciente con artritis reumatoide, el especialista Gabriel Medrano, señala que es necesario en primer lugar un buen tratamiento para la enfermedad a fin de mejorar la clase funcional del paciente, concienciar al paciente y a la pareja de las características de la enfermedad y en tercer lugar, definir si la persona tiene deseos de tener una relación sexual y viceversa, en este sentido la evaluación por especialistas, ayudará a identificar el punto de ruptura en la relación de pareja para tratar de modificarla. En el caso de que el paciente se encuentre limitado por cuestiones físicas o por depresión, la AR deberá controlarse mediante terapia ocupacional y tratamiento médico que mejore la depresión y la condición física con ayuda de una adecuada terapia de rehabilitación. Como en todas las enfermedades reumáticas, el apoyo de la pareja es fundamental, ya que son enfermedades que afectan de manera variable la capacidad física del paciente, de manera leve a grave, limitando actividades de la vida cotidiana como bañarse, vestirse, o peinarse, es así, que la comprensión de su pareja servirá para que el paciente no se sienta abandonado, cumpla tratamientos médicos y realice terapias de rehabilitación. Es importante destacar que la vida sexual puede fortalecer la unión y de no tenerla puede ser un detonante en la separación de la pareja. El tratamiento del paciente con artritis debe ser integral, con la intervención del reumatólogo, el psiquiatra, el fisioterapeuta con la finalidad de mejorar su entorno y ayudarlo a ser autosuficiente, lo que le brindará una mejor calidad de vida. Los tratamientos para la artritis reumatoide son múltiples, sin embargo dentro de los terapéuticas actuales, (las terapias biológicas) una opción como Humira permite al paciente inhibir el progreso de la enfermedad, ya que actúa directamente en el origen de la AR, esto puede ofrecer un cambio en la calidad de vida, tras controlar el dolor y la inflamación, reincorporando al paciente a sus actividades cotidianas.
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