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Acuerdo con tabacaleras interfiere con la salud de los mexicanos
La sociedad civil solicita dejar sin efecto el acuerdo
El acuerdo entre la Secretaria de Salud y compañías tabacaleras es un mal
Negocio para México y un éxito para las trasnacionales del tabaco.
Grafica Rolando Mauricio Pérez
México fue el primer país de América en ratificar el Convenio Marco para el Control de Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el primer tratado mundial para tratar la epidemia de tabaquismo. Sin embargo, las acciones del Gobierno mexicano desde la ratificación no han sido acordes con los principios de dicho tratado. El gobierno mexicano ha desarrollado un acuerdo con la industria tabacalera que contraviene el espíritu y la letra del CMCT y limita a México en la aplicación de las medidas más efectivas de dicho tratado.
Según el Dr. Stanton Glantz, profesor de la Universidad de California en San Francisco, experto en control de tabaco, este acuerdo voluntario entre la Secretaria de Salud y la industria tabacalera es un grave error y representa una victoria de esta industria sobre la salud del pueblo de México. “El acuerdo firmado es un ejemplo de la estrategia global de la industria tabacalera dirigida a bloquear el impacto del CMCT a nivel de los países, “dijo Glantz.
El Dr. Glantz manifestó que la estrategia utilizada en México es una versión más sofisticada de la que llevaron a cavo las tabacaleras en California en la década de 1990, cuando convencieron a políticos y grupos sociales de desviar fondos de los programas para el control del tabaco y financiar con servicios médicos a niños pobres. Esta fue una forma inteligente de bloquear un programa efectivo para el control del tabaco. Cuando se logro frenar ese desvió de fondos, el programa para el control de tabaco fue salvado y, a pesar de las predicciones negativas de algunos políticos, los servicios médicos para los niños pobres continuaron aplicándose con otros fondos.
En los próximos 12 meses, el tabaco matará a 4 millones de personas. En el año 2030, será la causa de muerte de 10 millones de personas cada año, más que ninguna otra causa única, y 7 millones de esas muertes se producirán en los países de ingreso bajo y medio, donde los cigarrillos fueron una vez raros. A medida que las personas instruidas y prósperas abandonan el tabaco, su consumo se concentra progresivamente en los pobres de la mayoría de las sociedades. Al menos en los países ricos, sus efectos nocivos para la salud son responsables de una gran parte de la carga de enfermedad y muerte prematura de las personas pobres. Sin embargo, muchos gobiernos dudan en pasar a la acción para controlar el tabaco, por su temor a los efectos económicos que esas intervenciones podrían tener. Por ejemplo, muchos políticos temen que la reducción del consumo de tabaco produzca un desempleo permanente.
Existen cuatro estrategias probadas y efectivas, que muestran como disminuir rápidamente el consumo de tabaco y el daño que este causa:
1. El aumento del precio del tabaco, a través de un incremento a los impuestos.
Esta medida se considera una de las más efectivas.
2. La prohibición completa de la publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos del tabaco. La evidencia científica desaconseja las prohibiciones parciales.
3. La colocación de advertencias sanitarias grandes, rotativas, con mensajes fuertes definidos por la autoridad sanitaria, con inclusión de imágenes o pictogramas, que idealmente deberán tener el 50% o más de la superficie total expuesta de los paquetes. La información científica confirma que cuanto mas grandes las imágenes y mas fuerte el mensaje, son mas efectivas sobre los fumadores.
4. Los espacios públicos cerrados 100% libres de humo de tabaco constituyen la única medida, científica valida, para proteger efectivamente a los no fumadores. La separación de ambientes y los sistemas de ventilación, medidas promovidas por la industria tabacalera, no evitan el daño.
El acuerdo firmado por el Gobierno de México con la industria tabacalera por el cual este recibe un peso por cada paquete de cigarrillos vendido, a ser destinado al “Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos,” impide que México pueda aplicar las tres primeras estrategias.
“Este acuerdo es un error, porque no solo desprotege la salud de los mexicanos sino que hace que México incumpla con el tratado internacional de control de tabaco, y constituye además un mal ejemplo que puede ser aplicado por la industria tabacalera en otros países,” dijo el Dr. Eduardo Bianco, de la Fundación Interamericana del Corazón
“Existe una alternativa para esta situación –dijo Glantz y agrego- El gobierno puede legislar el incremento del impuesto al cigarrillo de 110% a 125%, y en otra acción destinar fondos equivalentes al Seguro Popular de Salud. De esta manera, se protege la salud de toda la población.”
Las organizaciones de la sociedad mexicana, representada por la Red México sin Tabaco, e internacionales, representadas por la Alianza para el Convenio Marco (Framework Convention Alliance) y la Fundacion Interamericana del Corazon manifiestan a las autoridades de México su preocupación por este acuerdo con la industria tabacalera que interfiere con la instrumentación efectiva e inmediata de los principios y estrategias del CMCT en México, y solicitan su anulación.
El convenio debería cancelarse inmediatamente. Haciendo esto ahora, salvara al pueblo de México de darle a Philip Morris y BAT 530 millones de pesos en 2006.
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