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El PRESIDENTE FOX Y SU PROMESA CON LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES
El tiempo vuela y ya falta menos de un año para que termine el gobierno del Presidente Vicente Fox Quezada, hace tres días, se cumplieron dos cosas muy importantes en México; el aniversario del día mundial de los Derechos Humanos y, aunque paso muy desapercibido, el beneplácito por la lucha que esta realizando la sociedad civil y el Instituto Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, por la “transparencia y el combate a la corrupción”, lo anterior, con las funciones y actividades que se realizan conjuntamente, para tratar de generar un beneficio hacia la población.
Sin duda, ambos temas los podríamos abordar por separado, porque son muy amplios y existe muchísimo material, pero trataremos de combinar ambos conceptos poniendo énfasis especialmente en lo relativo a los derechos humanos en materia laboral, ya que es un tema trascendental para el país y considero que no se le ha dado la importancia debida por parte de este gobierno federal, porque debiera ser una norma y un factor regulador que permitiera la existencia de “un punto de equilibrio”, entre las relaciones obrero-patronales.
Para los que desconozcan, en su campaña presidencial del año 1999-2000, el entonces candidato presidencial, Vicente Fox, ante organizaciones de trabajadores, lideres sindicales, catedráticos, abogados laboralistas prestigiados y especialistas en la materia, se firmo un documento, con una serie de propuestas y promesas de campaña, donde en varios de los puntos se comprometió Fox a atender, defender y legislar a favor de los derechos humanos en materia laboral.
A la fecha y muy desafortunadamente, no se ha cumplido lo anterior, porque tanto en el sector publico, como en el privado se violan los derechos humanos y para ello se cuenta con la impunidad institucionalizada de una burocracia gubernamental que “cuadra, pero no checa”, porque al igual que otras actividades y/o funciones, existe una corrupción legal, que permite una ilegalidad legal, que es tan parecida a la que se ve por muchas calles de la Republica Mexicana; el famoso negocio de los vendedores ambulantes.
Existen muchas formas de violar los derechos humanos en materia laboral, pero solo pondríamos uno de cientos, “el despido injustificado de personal que se encuentre enfermo (por enfermedad natural o profesional), de mujeres embarazadas y algo que pocos han denunciado; el despido por su afiliación política.
El trato más cruel y sanguinario que podría sufrir “hoy” un trabajador, es ser despedido de su empleo, porque representa su mayor “dignidad” para poder enfrentar a la crisis de desempleo que sufre el país, donde los salarios son cada vez mas bajos y el reparto de la riqueza se reparte en forma desigual (sector publico o privado), también es lamentable que tenga que erogar enormes gastos para enfrentar diariamente a la delincuencia, donde cada vez es mas alta, porque por ejemplo, el uso del automóvil para cada miembro de una familia, es mas indispensable por la seguridad que representa para el pasajero, por los constantes asaltos al transporte colectivo y no por su utilidad como un transporte.
La violación a los derechos humanos en materia laboral, es por su relevancia mas grave dentro de alguna Dependencia o Institución Gubernamental, porque ¿se supone? que existen órganos auditores que deberían de vigilar lo anterior, un ejemplo, es la Secretaria de la Función Pública y sus Órganos Internos de Control, “los cuales nunca han funcionado”, porque “simplemente son juez y parte” dentro de una estructura organizacional y se enfrentan a un serio conflicto de intereses, porque son las mismas dependencias, quienes con su presupuestos, les pagan sus sueldos, prestaciones, bonos y compensaciones especiales, de tal forma que se enfrentan a un triste dilema; ¿actuare contra quién me da de comer, simplemente en la realidad es, no?
La violación a los derechos humanos en materia laboral es tan grave en México, que los propios Tribunales Locales y Federales, no tienen alguna normatividad que proteja al trabajador ante tales injusticias, porque lo único que éste puede alegar ante dichas instancias, es un simple “despido Injustificado”, dejando en la impunidad a tales atropellos e institucionalizando una corrupción legal oficial, en un gobierno federal que prometió atender, legislar y preservar el respeto a los derechos humanos, para una de las dignidades mas grande de los seres humanos, su trabajo.
Carlos Munguía Rodríguez
pluma_dorada1@hotmail.com
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