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EL HIGADO, SUCUMBE ANTE EL VIRUS DE LA HEPATITIS C
El hígado, órgano que tenemos en el reborde costal derecho de nuestro cuerpo, es un completo y sofisticado laboratorio, donde se eliminan las toxinas que puedan contener los medicamentos y alimentos y donde también se metabolizan proteínas, grasas, hidratos de carbono y bilirrubinas.
Aunque tiene una enorme capacidad de regeneración, usualmente el hígado sucumbe ante la presencia del VHC o virus de la hepatitis C, que finalmente y después de muchos años de incubarse en el hígado sin dar síntomas, provoca la aparición de cirrosis o cáncer.
El problema con este padecimiento al que se ha bautizado como la “enfermedad silenciosa”, ya que después del contagio pueden pasar mas de 20 años sin que se experimente ninguna molestia, es precisamente que al no presentar síntomas no es diagnosticado a tiempo, el enfermo no recibe tratamiento y por lo tanto un altísimo porcentaje de los casos que finalmente se diagnostican (mas del 80%), finalmente desarrollan cirrosis o cáncer.
Esta es una enfermedad que hay que prevenir, por lo que es muy importante reiterar de manera continua por todos los medios posibles la información que quienes tienen un mayor riesgo de ser portadores del virus de la Hepatitis C, sin saberlo.
El Dr. David Kershenobich miembro de la Academia Nacional de Medicina, quien es uno de los hepatólogos mas reconocidos del país, nos da esta importante información y dice entre otras cosas que:
Los factores de riesgo, que ameritan un análisis de sangre para detectar la presencia de la enfermedad son:
Quienes recibieron una transfusión sanguínea antes de 1994.
Quien sea portador del virus del VIH.
Quien utilice drogas intravenosas.
Quien se haya hecho un tatuaje o una perforación.
El virus de la Hepatitis C se descubrió hasta la década de los 90, cuando se logro identificar su estructura bioquímica en la sangre. Anterior a esta década todo el mundo pensaba (incluyendo los médicos) que el tomar alcohol de manera excesiva era al causa de la cirrosis o cáncer de hígado en fase Terminal que presentaban muchas personas.
A partir del descubrimiento del virus de la hepatitis C, se logro que e1994 se publicara la norma que obliga a los bancos de sangre a realizar la prueba ELISA, con el fin de detectar en la sangre de los donantes, la presencia del virus de hepatitis C.
Una vez que se detecta la presencia de VHC, lo que el especialista hace a continuación es determinar la carga viral y el genotipo, con el fin de dar una terapia inmediata para frenar el proceso de la enfermedad y lograr para el enfermo una mas sana y larga vida.
Aunque siempre es importante tener una relación estrecha con el medico, sobre todo cuando hablamos de enfermedades crónicas; es especialmente importante que esto se de en el caso de la Hepatitis C, ya que el paciente debe apegarse religiosamente el tratamiento y por su parte el especialista debe informarle de posibles efectos secundarios y como frenarlos.
Actualmente el tratamiento de elección para el tratamiento de la hepatitis C, es una combinación de medicamentos que cuentan con la aprobación de las autoridades del sector salud, a basé de un Peg- interferon alfa – 2b y un antiviral conocido como rivabirina. En el Instituto Mexicano del Seguro Social al igual en muchos hospitales, se esta utilizando la variedad peg – interferón alfa 2b, que en combinación con el otro fármaco (rivabirina), fue aprobado recientemente por el comité de medicamentos para uso humano de la Agencia Europea de Medicamentos, para ser utilizado por pacientes con el genotipo 1 del virus de la hepatitis c y poca carga viral, en un plazo mas corto de tiempo de 48 a 24 semanas.
El medicamento fue recomendado por colegas europeos, ya que se comprobó que los pacientes con el tipo 1 del virus, que son un alto porcentaje, presentan una alta respuesta de recuperación cuando se les aplica el peg – interferón alfa 2b en solo 24 semanas, concluyeron los especialistas la Dra. Margarita Dehesa jefa del departamento de Gastroenterología del CMN Siglo XXI del IMSS, David Kershenobich miembro de la Academia Nacional de Medicina, Dr. Marco Olivera especialista en Hepatología adscrito al Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Medicas Salvador Subirán y Dr. Alberto Juárez especialista en Hepatología y Adscrito al departamento de Gastroenterología del CMN Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.
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